
Supervolcán de Toba: Cómo los Primeros Humanos Sobrevivieron a una Erupción Catastrófica
Imagínate, si puedes, sobrevivir a una erupción volcánica 10.000 veces más grande que la del Monte Santa Helena. Eso es lo que hicieron algunos humanos hace aproximadamente 74.000 años, cuando el supervolcán de Toba hizo erupción. Como arqueólogo, el hecho de que nuestros antepasados sobrevivieran a tal evento es asombroso.
La erupción de Toba no fue solo un problema local. Expulsó una cantidad monstruosa de ceniza a la atmósfera, lo que podría haber causado años de enfriamiento global. ¿Te imaginas los cielos volviéndose negros y la lluvia ácida cayendo?
Rastreo de la Huella de la Erupción
Los científicos utilizan tefra, la roca y las cenizas de las erupciones, para comprender estos eventos. Me parece increíble que puedan rastrear las capas de tefra a través del paisaje y encontrar las huellas dactilares de cada erupción. Es como un trabajo de detective a escala geológica.
El vidrio volcánico microscópico, o criptotefra, es especialmente útil porque viaja muy lejos. Este trabajo puede sentirse como buscar una aguja en un pajar y puede tardar meses en completarse para un solo sitio.
Busco criptotefra en sitios arqueológicos, lugares donde los humanos dejaron rastros de sus vidas. Recolectar muestras de estos sitios y llevarlas al laboratorio para analizarlas es como armar un rompecabezas del pasado.
Si determino que una determinada muestra de un sitio arqueológico proviene de la supererupción de Toba, esto revela si las personas sobrevivieron a la explosión.
Los registros ambientales también nos dicen mucho. Cuando vemos cambios en las plantas que estaban creciendo o en las temperaturas, esto nos ayuda a comprender por qué las personas cambiaron sus comportamientos.
En lugares como Sudáfrica, los humanos no solo sobrevivieron, sino que también parecieron prosperar después de la erupción de Toba. Es como si se hubieran adaptado y salido más fuertes.
La capacidad de adaptarse a las condiciones cambiantes fue clave. En Etiopía, por ejemplo, la gente comenzó a usar la tecnología del arco y la flecha alrededor de la época de la erupción. Está bastante claro cómo estos cambios les ayudaron a sobrevivir.
Aunque Toba no fue el fin del mundo para la humanidad, estudiar estos eventos nos ayuda a comprender cómo los humanos se adaptan a situaciones locas. Y ese es un conocimiento bastante útil, ¿verdad? Estamos mucho mejor preparados para los eventos volcánicos hoy en día. Los programas monitorean los volcanes activos y los humanos son adaptables a casi cualquier condición.
Entonces, al estudiar el impacto de las erupciones volcánicas en el registro arqueológico, podemos comprender mejor qué condiciones fueron clave para la supervivencia humana en el pasado y aplicar esas lecciones al futuro.
Fuente: Gizmodo