
Mareas Solares: Cómo el Sol Esculpe el Paisaje Rugoso de Mercurio
Mercurio, el planeta más pequeño del sistema solar y el más cercano al Sol, soporta una existencia dura. Consecuentemente, su superficie está surcada de grietas y fracturas, resultantes de inmensas presiones en su corteza. Pero, ¿cómo se formaron estas cicatrices distintivas en la superficie de Mercurio? Durante bastante tiempo, el origen de estas formaciones ha permanecido como un misterio fascinante para los científicos.
Mientras que los planetas típicamente se enfrían y se contraen después de su formación, Mercurio exhibe no solo encogimiento sino también desplazamientos laterales de la superficie y fracturas en su corteza rocosa. Originalmente se asumió que este proceso se debía únicamente al enfriamiento del planeta. Sin embargo, un estudio reciente sugiere que la proximidad de Mercurio al Sol podría desempeñar un papel crucial.
Un equipo de investigadores de la Universidad de Berna empleó modelos físicos para evaluar el impacto de las fuerzas de marea del Sol en Mercurio. Descubrieron que nuestra estrella podría haber influenciado significativamente las características tectónicas del planeta durante extensos periodos. Los resultados del estudio revelan que la órbita única de Mercurio, completando una revolución alrededor del Sol en 88 días terrestres mientras gira tres veces cada dos órbitas, es clave. Su trayectoria elíptica y su inclinación de 7 grados en relación con el plano orbital de la Tierra causan variaciones sustanciales en las fuerzas de marea que experimenta del Sol.
Liliane Burkhard, autora principal del estudio, explicó que estas características orbitales crean tensiones de marea que dejan una marca en la superficie del planeta. "Podemos ver patrones tectónicos en Mercurio que sugieren que está sucediendo algo más que solo enfriamiento y contracción global".
Desentrañando el Rompecabezas Tectónico de Mercurio
Para entender cómo estas fuerzas de marea contribuyen a moldear la corteza de Mercurio, el equipo de investigación utilizó modelos físicos que abarcan cuatro mil millones de años para calcular la influencia del Sol en las tensiones superficiales. Los resultados indicaron que el cambio en la atracción gravitacional del Sol sí ha afectado las características tectónicas de Mercurio a lo largo del tiempo.
Aunque las tensiones de marea alguna vez se consideraron insignificantes, Burkhard enfatizó que la dirección de estas tensiones se alinea con los patrones de deslizamiento de fallas observados en la superficie de Mercurio.
Además, estos hallazgos son aplicables a otros planetas, destacando cómo fuerzas sutiles pueden dejar marcas duraderas en la superficie de un planeta. Comprender cómo se deforma un planeta como Mercurio proporciona información sobre la evolución de los cuerpos planetarios a lo largo de miles de millones de años.
De cara al futuro, los científicos pretenden obtener más información sobre la superficie deformada de Mercurio a través de la misión BepiColombo. Lanzada en 2018 como un esfuerzo conjunto entre la Agencia Espacial Europea (ESA) y la Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón (JAXA), BepiColombo es solo la tercera nave espacial en visitar Mercurio, debido a los desafíos que plantea la atracción gravitacional del Sol.
Fuente: Gizmodo