Desvío Asteroides

Desvío de Asteroides de la NASA: Los Escombros Revelan Desafíos Inesperados

En 2022, la NASA logró una hazaña asombrosa: estrelló una nave espacial contra un asteroide para ver si podían desviarlo de su curso. La misión, llamada DART, tenía como objetivo averiguar si podríamos salvarnos de un impacto catastrófico de un asteroide en el futuro. ¡Los resultados iniciales fueron geniales!

El objetivo de la misión era Dimorphos, una pequeña luna que orbita un asteroide más grande llamado Didymos. Cuando DART golpeó a Dimorphos, ¡realmente acortó la órbita de la luna en unos increíbles 32 minutos! Parecía más que suficiente para desviar un asteroide peligroso. Sin embargo, como resulta, las cosas no son tan simples.

Una nueva investigación sugiere que la técnica del "impactador cinético" – básicamente, lanzar cosas a rocas espaciales – no es tan sencilla como imaginábamos. Aparentemente, todos los escombros que DART levantó le dieron un empujón extra a Dimorphos, y esto cambia la forma en que debemos pensar acerca de estas misiones.

Problemas con Montones de Escombros

Dimorphos es lo que llaman un asteroide de "montón de escombros". Es básicamente un montón de rocas, guijarros y cantos rodados unidos libremente por la gravedad. Debido a esto, el impacto envió toneladas de escombros volando, y esos escombros jugaron un papel más importante de lo esperado. Si DART hubiera golpeado un asteroide sólido, las cosas podrían haber sido diferentes. Sin embargo, hay muchos asteroides tipo montón de escombros, por lo que es importante entender cómo reaccionan.

Los investigadores analizaron imágenes de LICIACube, un satélite italiano que se acopló a DART. Capturó la pluma de eyección – la nube de escombros – después del impacto. ¡Rastrearon más de 100 cantos rodados, algunos de hasta 7 metros de ancho, que salían disparados del asteroide a hasta 187 kilómetros por hora! Lo extraño fue que los escombros no se dispersaron al azar. Estaban agrupados, lo que sugiere que algo más está sucediendo.

Según los investigadores, la fuerza de todos esos escombros explotando podría incluso haber inclinado el plano orbital del asteroide. Lo que significa que calcular con precisión el momento es crucial para futuras misiones. Necesitamos entender la contribución de las rocas de la superficie para predecir mejor el resultado de estos impactos.

Aunque no hay un asteroide que amenace con destruirnos en los próximos 100 años, ¡es bueno saber que la NASA está cuidando el caso! Parece que todavía tenemos mucho que aprender sobre cómo proteger nuestro planeta.

Fuente: Gizmodo